Pensemos en la situación de un familiar o amigo al cual le han quitado la vida por estar en el sitio y en el momento equivocado, una persona inocente que sale por la mañana de su casa como cada día sin pensar que no regresará. Es muchísima la impotencia, el dolor, la injusticia que sienten sus seres queridos, que no dejan de preguntarse: ¿Por qué lo ha hecho? ¿Por qué a él?
Por una parte piensan que la ley hará justicia, pero hay mucha gente que no se conforma con eso, ya que ese asesino seguirá respirando, comiendo, en definitiva viviendo, mientras que su familiar nunca más lo hará. Dentro de algún tiempo esa persona podrá tener la posibilidad de salir de la cárcel y seguir con su vida, mientras que su familiar no podrá volver. La justicia que desean es “ojo por ojo , diente por diente”.
¿Por qué hay que respetar la vida de alguien que no tuvo la menor consideración cuando decidió quitar la vida a otra persona? Todas estas cosas hay que juzgarlas severamente para que no se repitan y sirva de ejemplo a otras personas que piensan hacer lo mismo y que encontrarán el mismo destino. Las malas hierbas hay que arrancarlas de raíz. No se les puede dar la ocasión de que vuelvan a brotar, ni siquiera del cambio, porque no existe.
Por una parte piensan que la ley hará justicia, pero hay mucha gente que no se conforma con eso, ya que ese asesino seguirá respirando, comiendo, en definitiva viviendo, mientras que su familiar nunca más lo hará. Dentro de algún tiempo esa persona podrá tener la posibilidad de salir de la cárcel y seguir con su vida, mientras que su familiar no podrá volver. La justicia que desean es “ojo por ojo , diente por diente”.
¿Por qué hay que respetar la vida de alguien que no tuvo la menor consideración cuando decidió quitar la vida a otra persona? Todas estas cosas hay que juzgarlas severamente para que no se repitan y sirva de ejemplo a otras personas que piensan hacer lo mismo y que encontrarán el mismo destino. Las malas hierbas hay que arrancarlas de raíz. No se les puede dar la ocasión de que vuelvan a brotar, ni siquiera del cambio, porque no existe.
Este tema se puede juzgar desde dos puntos de vista muy diferentes, uno es la Noética, entendiendo que Dios es un ser supremo dador de vida para el hombre, éste no tiene poder de decisión frente a la vida de sus semejantes. En la mayoría de constituciones políticas mundiales, se encuentra establecida la vida como derecho fundamental, por tanto esta debe ser defendida en cualquier situación. El carácter humano a lo largo del tiempo, ha estado fundamentado por la política y la religión, las cuales están en contra de la pena de muerte haciendo que la sociedad acoja esta propuesta como ejemplo de convivencia.
Y el otro es la Orética, que puede dar un punto de vista donde la pena de muerte está establecida para juzgar delitos capitales; que previamente atentaron contra la vida de un ser humano. Los individuos condenados a la pena de muerte son considerados como seres inhumanos, por esto son regidos por leyes de mayor firmeza que la sociedad común. La manutención de un preso es significativamente costosa para el estado, y estos reciben “beneficios” a los que gente de escasos recursos no tiene acceso.
Desde mi punto de vista Dios dice muchas veces que cuando alguien mata a alguien esta pecando, pero cuando alguien mata a quien mato por hacer ''justicia'' el error es el doble de grave, ya que se terminara creando un ciclo vicioso donde lo único que hace el bien es matar, y creando un mundo donde los seres humanos creemos que tenemos el derecho de hacer pagar a el que cometió un error a nuestra manera, pero ¿quien de verdad sabe darle un justo castigo a alguien si no Dios?
Elaborado por María Camila Cano basado en un material escolar donde se explica la Noética y la Orética.
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